viernes, 28 de junio de 2024

Había una vez un cole...





Con un Director muy bueno y un claustro ilusionante.
El corazón del colegio, el latido diario no lo ponen los saludos, ni las canciones, ni los chistes.
 El alma del Carlos III es Lorenzo, a quien dios guarde muchos años (aqdgma).

A principio de curso, vivimos una experiencia dramática. 

Tomó una decisión y todos con él. El Concurso de Traslados estaba ahí. 
El cole se volvió un poco gris, un poco triste.

 
Llegó la provisional. Estampida general. La seño Caty se nos iba, sí o sí. La seño Lola, colgaba el baby.

Tic-tac, tic-tac. Como el reloj del conejo de Alicia o el cocodrilo de Pedro Cacerola, el tiempo pasaba y no pasaba nada.

Un día volvió la alegría al cole. La suerte ya estaba echada.


¡Colorín colorado este curso se ha acabado!


Echaremos de menos a compañeras inolvidables, quizás vengan otras que las hagan buenas. Ahora mismo no puedo imaginar a alguien más intensa,  a una mente más lucida o una picajosa más grande. ¿Quién sabe?

¡Buen verano, buena música, buen camino!



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